A pesar de que el expresidente Lula Da Silva no pudo competir en las elecciones en las que era el candidato favorito de los brasileƱos y ...
A pesar de que el expresidente Lula Da Silva no pudo competir en las elecciones en las que era el candidato favorito de los brasileƱos y que todavĆa sigue preso, el escĆ”ndalo del "departamento de lujo" supuestamente fruto de actos de corrupción.
El triunfo de la ultraderecha al poder resulta doloroso para los brasileƱos a pesar de los aplausos internacionales al entonces juez Sergio Moro y su asunción como ministro de Justicia que son algunos de los capĆtulos locales de lo que se denuncia en LatinoamĆ©rica. Una guerra judicial se ha desatado. Los audios, videos y documentos develados por The Intercept Brasil vuelven a dejar el guión al desnudo.
El caso empieza a dar un giro inesperado. La revelación puso en duda la investigación que llevó a Lula a la cĆ”rcel. El impacto fue alto a nivel internacional y local. Al dĆa siguiente, la segunda corte del Supremo Tribunal Federal reanudó el debate sobre un recurso de 'habeas corpus' que se habĆa presentado para que se libere al expresidente. Y ademĆ”s, el Consejo Nacional del Ministerio PĆŗblico de Brasil anunció que va a investigar el intercambio de mensajes entre fiscales de Lava Jato y el juez de la misma causa (y ahora ministro) Sergio Moro.
Historia de una filtración
El medio recibió —por medio de una fuente anónima que habrĆa realizado 'hackeos'— aƱos de archivos y conversaciones privadas del equipo de fiscales detrĆ”s de la investigación 'Lava jato'. En sĆntesis, se puede ver a jueces y fiscales organizarse para perjudicar a Lula y a Moro (cosa que por ley tiene prohibido).
Dirigida por Glenn Greenwald —el premiado periodista que en 2013 publicó las revelaciones de Edward Snowden—, la investigación de The Intercept analizó el material, lo puso a resguardo en servidores fuera del paĆs y lo reveló en forma de tres artĆculos:
El primero relata cómo obtuvieron la información y con qué criterio la publican: no muestran nada personal, sólo lo que implica interés público.
El segundo cuenta cómo se tramó el modo jurĆdico de impedir que Lula Da Silva pudiera dar entrevistas a los medios de comunicación antes de las elecciones, ya que —evaluaban— podĆa beneficiar ya no a Ć©l —a quien no lo dejaron candidatearse— sino al Partido de los Trabajadores (PT) en su conjunto.
En la tercera nota muestran que el propio fiscal tenĆa dudas respecto de las denuncias contra el expresidente hasta unos dĆas antes de hacerla y que el juez de la causa —que se supone debe ser imparcial— opinaba y daba consejos sobre la investigación que mĆ”s tarde Ć©l juzgarĆa. En todo momento es explĆcito que los motivaba el deseo de que el Partido de los Trabajadores no ganara las elecciones de 2018. Incluso una fiscal cuenta que reza para lograr el milagro de que el PT no vuelva al poder.
La entrevista
Una de las principales revelaciones de The Incercept remite a una historia muy particular. El 28 de septiembre de 2018 (menos de diez dĆas antes de la primera vuelta de las elecciones brasileƱas del 7 octubre de 2018) un juez de la Corte Suprema autorizó que Lula Da Silva (entonces ya condenado a 12 aƱos de prisión por corrupción) diera entrevistas a los medios. Fue en respuesta a un pedido del diario Folha de San Pablo.
Ni bien se conoció esa decisión, el grupo de chat de Telegram entre fiscales que ahora sale a la luz se puso al rojo vivo. Empezaron a pergeƱar cómo bloquear esa decisión. Incluso explicitaron su temor a que el PT volviera al poder. SegĆŗn la publicación, "pasaron horas" hablando de esto y "parecĆa mĆ”s una reunión entre operadores anti-PT que una conversación entre fiscales supuestamente imparciales".
— QuĆ© chiste!!!! Repugnante!!! — tipeó una de las fiscales, que despuĆ©s agregó que le parecĆa un circo y que estaba "muy preocupada por un posible regreso del PT" (con lo que la entrevista a Lula podĆa colaborar) y que rezaba mucho a Dios para que un milagro los salvara.
— Mafiosos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! — respondió otra fiscal
En paralelo, Deltan Dallagnol —procurador de Brasil— chateaba con una amiga. Lamentaba lo de la entrevista y entre ambos quedaba claro que el objetivo era impedir el regreso del PT.
SegĆŗn la información, queda al descubierto "que los fiscales mĆ”s poderosos de Brasil —que han pasado aƱos insistiendo en que son apolĆticos— intentaron evitar que el PT ganara las elecciones presidenciales de 2018 al bloquear o debilitar una entrevista previa a la elección con el expresidente Luiz InĆ”cio Lula da Silva".
Movilización en contra del Partido de los Trabajadores en Sao Paulo, 2016. / Julia Dominzain / RT
Ese mismo dĆa, pero mĆ”s tarde, el Partido Novo (liberal, surgido en 2015 y todavĆa con muy poca representatividad) presentó un recurso al que un juez reaccionó dictando una medida cautelar mediante la que se le prohibió a Lula dar entrevistas.
El 29 de octubre de 2018, el PT perdió las elecciones en segunda vuelta y Jair Bolsonaro ganó con el 55 % de los votos. Recién después, la Corte Suprema empezó a autorizar entrevistas al expresidente.
La difusa arquitectura de las pruebas
Una de las acusaciones mĆ”s conocidas (es decir, mediĆ”ticamente repetidas y procesadas con facilidad por la opinión pĆŗblica) fue la de que el expresidente habrĆa recibido un departamento triplex frente a la playa como un soborno para conseguir contratos en PetrobrĆ”s. Hubo todo tipo de cuestionamientos a esta hipótesis pero su efecto mediĆ”tico ya no tiene marcha atrĆ”s. Las preguntas —ahora se sabe— tambiĆ©n merodeaban al propio fiscal Dallagnol, segĆŗn estas charlas grupales develadas por The Intercept Brasil: el hombre dudaba de si el triplex era en realidad el de Lula y si tenĆa algo que ver con PetrobrĆ”s. Es decir, dudaba de todo.
El 9 de septiembre de 2016 (menos de una semana antes de acusarlo), Dallagnol escribió: "Van a decir que estamos acusando en base a artĆculos de periódicos y evidencias frĆ”giles (...) TodavĆa me da recelo la conexión entre PetrobrĆ”s y el enriquecimiento..."
Unos dĆas despuĆ©s vuelve a escribir al grupo, contento de haber encontrado un artĆculo de O Globo de 2010 en el que se menciona el triplex (aunque no dice nada de PetrobrĆ”s). Ese documento lo utilizarĆ” Sergio Moro dentro de la prueba al momento de condenar a Lula Da Silva.
El powerpoint o la polémica relación entre el juez y el fiscal
La presentación en power point de Deltan Dallagnol en la que incriminaba al expresidente brasilero de todos los modos posibles fue altamente conocida.
En la develación de The Intercept Brasil figura que el propio Dallagnol le escribió en un mensaje a Moro que "hicieron todo lo posible para caracterizar a Lula como el lĆder mĆ”ximo del esquema de corrupción". El juez le respondĆa dos dĆas despuĆ©s: "Definitivamente, las crĆticas a su presentación son desproporcionadas, mantente firme".
No es la Ćŗnica cita que demuestra —textual de The Intercept— "una conspiración impropia y poco Ć©tica entre Dallagnol y Moro sobre cómo estructurar mejor el caso de corrupción contra Lula, aunque Moro estaba legalmente obligado a juzgar el caso como un Ć”rbitro neutral". En otros mensajes apura la investigación, da consejos, informa de sus futuras decisiones.
PĆŗblicamente, siempre lo negó: dijo que Ć©l como juez no tenĆa estrategia y que no investigaba porque no le correspondĆa. En general, no conviene creerle a casi nadie cuando dice que es 'apolĆtico'. Pero en este caso supera las peores previsiones al pasar de ser 'juez imparcial' (condenó al expresidente a nueve aƱos y seis meses de prisión) a ministro de Justicia del Gobierno que ayudó a ganar las elecciones, el del ultraderechista Jair Bolsonaro.
Reacciones
Los artĆculos de The Intercept Brasil tuvieron impacto en medios locales e internacionales. Se pronunciaron polĆticos de gran envergadura. Pero ademĆ”s, tuvo consecuencias concretas en la Justicia.
No solamente se reabrió el debate sobre la potencial liberación de Lula (en función de un 'habeas corpus' que se habĆa presentado a favor del expresidente) sino que la CorregidurĆa del Consejo Nacional del Ministerio PĆŗblico de Brasil (el órgano que controla la actuación de los fiscales) anunció que va a investigar los mensajes. Explicitaron que lo decidieron por la amplia repercusión y que lo realizado por los funcionarios "podrĆa caracterizar una falta funcional". AdemĆ”s, subrayaron la importancia de que la ciudadanĆa pueda confiar en ese órgano.
En cuanto a las figuras públicas, el primero en pronunciarse fue el expresidente Lula Da Silva. "La verdad prevalecerÔ", fue la frase que apareció en su tuiter.
Sus abogados dieron a conocer un comunicado en el que piden "el establecimiento urgente de la libertad plena" de su defendido. "Es vĆctima de 'lawfare', que es la manipulación de las leyes y de los procedimientos jurĆdicos para fines de persecución polĆtica", escribieron.
El fenómeno conocido como 'lawfare' o 'guerra judicial' se trata de un modo de combatir adversarios polĆticos combinando acciones jurĆdicas con apariencia de legĆtimas y sus correspondientes reflejos en los medios de comunicación.
La expresidenta Dilma Rousseff avaló y dijo por twitter que lo corrupto del proceso implica la liberación de Lula.
El ComitĆ© Nacional 'Lula libre' exigió en un comunicado la liberación de Lula e indicó que "el combate a la corrupción —un deseo nacional— no puede servir de bandera para una acción ilegal, antidemocrĆ”tica y antipatriótica de un grupo que, por ese camino pretente tomar el Estado por asalto".
Los implicados
En un comunicado, el Ministerio PĆŗblico Federal informó que "sus miembros fueron vĆctimas de acción criminal de un hacker (...) No se sabe exactamente la extensión de la invasión, pero se sabe que se han obtenido copias de mensajes y archivos intercambiados en relaciones privadas y de trabajo". Dicen que se va a investigar el hecho y que ojalĆ” esto provoque "reflexión y perfeccionamiento". TambiĆ©n repasan que "sólo este aƱo, decenas de personas fueron acusadas de corrupción y mĆ”s de 750 millones de reales fueron recuperados a las arcas pĆŗblicas".
En un tuit fijado en el perfil de Dallagnol destaca una parte: "Los fiscales de Lava Jato se doblegaran ante la invasión inmoral e ilegal, extorsión o intento de exponer vidas personales y profesionales". Y linkea la declaración del Ministerio.
Sergio Moro, por su parte, comunicó: "Sobre supuestos mensajes que me involucrarĆan publicados por el sitio Intercept el domingo 9 de junio, se lamenta la falta de indicación de fuente de persona responsable por la invasión criminal de celulares de fiscales". Respecto del contenido de los mensajes, Moro dice que "no se vislumbra ninguna anormalidad".
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